Teléfono Atención a Usuarios
+56 412260100
En caso de Emergencias Llamar
+56 412260160
Sociedad Concesionaria
+56 412260120 opción 0
plan de gestión social y ambiental
informe de sostenibilidad
ver código de conducta
De neumáticos a alfombras pedagógicas: la apuesta de Globalvia por convertir ruedas en un aporte a escuelas rurales

Gracias a una colaboración en conjunto con las empresas regionales Himce, Recbio y Rubtec, se logró transformar los neumáticos recogidos en las tres concesiones (Autopista del Itata, Costa Arauco y Aconcagua) en 120 m² de pisos reciclado.

 

Lo que alguna vez fue un neumático desgastado, ahora es la base de un espacio seguro donde los niños pueden jugar y aprender. Este cambio es posible gracias al innovador proyecto de economía circular liderado por Globalvia, que demuestra cómo convertir residuos en oportunidades para el medio ambiente y la sociedad.
 
Uno de los objetivos centrales de Globalvia es reducir los impactos ambientales derivados de su actividad. Para ello, ha adoptado medidas concretas que promueven la circularidad y la eficiencia en el uso de recursos, alineándose con su misión de desarrollar infraestructuras sostenibles e integrando dos pilares fundamentales de su plan estratégico corporativo: la mitigación del cambio climático y la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
 
El proyecto contó con la colaboración de empresas expertas como Himce, responsable de la gestión de residuos, y Recbio, que opera una planta de trituración de neumáticos en convenio con Rubtec, especializada en productos de caucho reciclado. Juntos, lograron transformar los neumáticos recogidos en las tres concesiones que opera Globalvía (Autopista del Itata, Autopista Costa Arauco, y Autopista del Aconcagua) en 120 m² de pisos amortiguadores y de bajo mantenimiento, ideales para espacios deportivos.
 
“Uno de los residuos que nos genera más problemas en las concesiones en Chile son los neumáticos. Entonces, buscamos un aliado, en este caso fue la empresa Himce, que nos hizo toda la gestión junto a otras empresas que son Recbio y Rubtec. Entonces, el proceso comienza con nosotros recogiendo los neumáticos en la ruta; nuestro gestor autorizado lo lleva a la planta donde lo chipean. Esta planta lo transporta a otra planta, que es donde se fabrica el producto y finalmente nosotros les compramos esta alfombra y lo traemos a los colegios donde lo vamos a instalar”, relató Boris Benavente, responsable del Sistema Integrado de Gestión de Globalvía.

 
Beneficiando a la comunidad educativa
 

Dentro de este proyecto de economía circular, tres escuelas fueron seleccionadas para recibir estas superficies recicladas: Escuela Primer Agua en Penco; Escuela Pilpilco en Los Álamos, ambos de la región del Biobío y el Jardín infantil Mi Mundo en Colores de Til Til, región Metropolitana.
 
La instalación fue llevada a cabo por voluntarios de Globalvia y sus empresas colaboradoras, quienes trabajaron codo a codo para dar vida a estos espacios que ahora ofrecen seguridad y diversión a los niños.
 
Margarita Mendoza, coordinadora de Educación Parvularia de la Escuela Pilpilco de Los Álamos, comentó que “nuestro establecimiento no cuenta con un espacio exterior exclusivo para el nivel de educación parvularia, que son niños de 4 a 6 años de edad. Por eso, ideamos este proyecto de instalar piso de caucho en nuestro patio y buscamos los auspiciadores para poder concretar este proyecto. En esto, Globalvia ha sido nuestro aliado hace un buen tiempo y les agradecemos por el apoyo”.
 
“Esto va en línea con las políticas medioambientales y de relacionamiento con la comunidad que tiene Globalvia. Con este proyecto de economía circular, llevamos los neumáticos que se recogen en la carretera hacia una empresa que los procesa y los convierte en estas palmetas que instalamos en los distintos establecimientos de las ciudades donde operamos”, señaló Moisés Vargas, gerente general de Autopista del Itata.
 
Iniciativas como esta demuestran que la sostenibilidad y el desarrollo comunitario pueden ir de la mano. Transformar residuos en recursos útiles es solo un ejemplo de cómo la economía circular puede marcar la diferencia en la calidad de vida de las comunidades, mientras se protege el planeta.